Cuando necesitamos contratar un seguro de coche, las cuestiones que debemos plantearnos son numerosas. Lo que siempre es evidente es que tanto el cliente como las aseguradoras quieren ahorrar el máximo dinero posible. De ahí nació la modalidad del seguro de coche con franquicia.
¿Cómo funciona el seguro de coche con franquicia?
Los seguros de coche con franquicia son una modalidad que permite tanto al asegurado como a la aseguradora ahorrar dinero. ¿Cómo? Pues se escoge una cantidad de dinero o porcentaje pactado del que el asegurado se tendrá que hacer cargo en caso de siniestro.
Por ejemplo, si contratas seguro a todo riesgo con franquicia de 300 euros y tienes un siniestro que asciende a los 1500 euros, tú tendrás que abonar los primeros 300 y la compañía pagará los otros 1.200.
En el caso de que sea un porcentaje, por ejemplo el 10%, en ese mismo siniestro deberías pagar 150 euros, mientras que la compañía pagaría 1.350 euros.
Cuanto más alta la franquicia, menor será la prima del seguro a pagar. Esto permite tener un seguro a todo riesgo, con las mismas coberturas, pero con precio significativamente más bajo.
Además, debemos tener en cuenta que la franquicia solo se aplica en los daños sobre nuestro vehículo en el caso de que hayamos sido responsables del accidente. Es decir, los daños producidos a otros vehículos o los producidos a nuestro vehículo por culpa del otro conductor no serán susceptibles de aplicar la franquicia.
¿A quién se recomienda el seguro con franquicia?
Las pólizas con franquicia son recomendables para cualquier conductor que quiera ahorrar dinero en su seguro sin eliminar coberturas de su póliza. Sin embargo, siempre debemos ser conscientes de que cuando tengamos un siniestro de culpa propia, deberemos pagar una cantidad que de manera habitual se haría cargo la aseguradora.
Por lo tanto, si eres una persona propensa a los percances, no es la mejor opción para ti.
Más del 50% de los conductores no amortizan el seguro sin franquicia
Según este estudio, 7 de cada 10 conductores que cuentan con una póliza sin franquicia no la amortizan, es decir, no «gastan» todo lo que estas pólizas aseguran.
Dicho de otra manera, el conductor medio no suele necesitar todos los servicio que contrata en la póliza, pero sigue pagando por ellos.
Esto se debe a que para amortizar un seguro a todo riesgo se deberían dar tres partes al año en los que seamos culpables del siniestro, algo que no suele suceder.
El coste medio de un seguro a todo riesgo puede ascender fácilmente a más de 1.000 euros anuales, mientras que los seguros que cuentan con franquicia pueden llegar a ser hasta un 50% más baratos.
Características del seguro con franquicia
Habitualmente, la franquicia se aplica a la totalidad del seguro, aunque dependiendo de la compañía aseguradora, se puede aplicar también en determinadas coberturas solamente.
Cuando se aplica solo a determinadas coberturas, se debe tener en cuenta lo que suele costar arreglar los daños de determinada cobertura.
Por ejemplo, en el caso de aplicar 200 euros a la cobertura de rotura de lunas, si el siniestro cuesta 100 euros arreglarlo, es el asegurado el que pagará íntegramente la reparación.
Sin embargo, si incluimos franquicia a los daños del coche y sufrimos un siniestro que nos obliga a cambiar gran parte del chasis (lo cual suele suponer un gran gasto), la compañía pagará la diferencia.
También es importante tener en cuenta que solo se aplica una franquicia por siniestro. Esto significa que si en un accidente se han dañado distintas partes del coche (lunas, chasis y pintura, por ejemplo), el asegurado solo pagará una franquicia.
Por último, hay que recordar siempre que la franquicia sólo se aplicaría en aquellos accidentes en los que somos culpables.
Si tienes cualquier duda sobre tu seguro, cual podría ser la mejor opción para ti o necesitas asesoramiento sobre cualquiera de tus pólizas, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Te ayudaremos sin ningún compromiso ni coste.
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